Add parallel Print Page Options

36 ―¡Con razón lo llamaron Jacob! —dijo Esaú con amargura—. Primero se apoderó de mi primogenitura, y ahora me ha robado tu bendición. Padre, ¿no has guardado una bendición para mí?

37 ―Lo he puesto por señor tuyo y le he dado por siervos a todos sus parientes —le respondió Isaac—. Le he garantizado que tendrá abundancia de grano y de vino. ¿Qué puedo darte a ti, hijo mío?

38 Esaú insistió:

―¿No tienes ninguna bendición para mí? ¡Padre mío, bendíceme también a mí!

Y se puso a llorar a gritos.

Read full chapter